1) No obstante el sólido desempeño de
su economía en los últimos años, la Argentina
no ha sido inmune a los efectos de contagio de
las crisis de Rusia y Brasil. Tras haber
registrado un rápido crecimiento económico
durante tres años, la actividad real dio un giro
descendente a mediados de 1998 como consecuencia
de la disminución de la afluencia de capitales
internacionales, el aumento de las tasas de
interés y la reducción de la demanda de
exportaciones. El PIB real cayó 3,5% en los dos
últimos trimestres de 1998 (en valores
desestacionalizados), aunque para el año en su
totalidad aún registra un crecimiento de 4,2% y
se estima que ha disminuido 2,8% adicional en el
primer trimestre de 1999. Los datos preliminares
también señalan que el empleo se ha reducido en
los últimos meses, después de haber crecido a
una tasa anual superior a 6% en los dos últimos
años. La inflación de precios al consumidor ha
sido casi inexistente. El crecimiento de las
importaciones ha pasado a ser negativo desde el
último trimestre de 1998, lo que contribuyó a
que el déficit de la balanza comercial
disminuyera de un nivel máximo de u$s 5.900
millones en octubre de 1998 (sobre un período de
12 meses) a u$s 5.100 millones en febrero de
1999. Para todo el año 1999 se proyecta que el
déficit comercial seguirá reduciéndose hasta
llegar a menos de u$s 4.000 millones. Sin
embargo, debido a un nuevo y considerable aumento
de los pagos netos de intereses al exterior, se
espera que el déficit en cuenta corriente sólo
mejore ligeramente y se sitúe en alrededor de
4,1% del PBI. Según las proyecciones, la
inversión extranjera directa cubrirá más de
40% de este déficit.
2) A diferencia de lo ocurrido
tras la crisis mexicana de 1994, se mantuvo un
alto grado de confianza en el sector financiero
local con los depósitos privados, creciendo a
una tasa anualizada de alrededor de 6% desde
mediados de 1998, pese a la desaceleración de la
actividad económica. Se espera que este factor
facilite la recuperación de la crisis en el
segundo semestre de este año. Ya se observan
algunos indicios de que la economía ha comenzado
a cambiar de tendencia, estimulada en parte por
un mayor acceso a los mercados internacionales de
capital, la positiva evolución reciente de
Brasil y perspectivas más favorables en lo que
respecta a los precios de los productos básicos.
Sin embargo, aunque en estos momentos parece
probable que la economía registre una
recuperación gradual, se espera de todos modos
que el PIB real disminuya 1,5% en 1999, en
comparación con el crecimiento de 2,5%, supuesto
en el programa formulado en diciembre del año
pasado.
3) El menor ritmo de la
actividad económica tendrá un acusado impacto
negativo en las finanzas públicas, por lo cual
las proyecciones actuales indican que los
ingresos del gobierno federal resultarán
alrededor de $ 3.000 millones inferiores a los
previstos en el programa original. El
gobierno logró compensar la insuficiencia de
ingresos registrada en el primer trimestre del
año y cumplió todos los criterios de ejecución
establecidos en el programa. Sin embargo, no
será posible cubrir en su totalidad la
insuficiencia de ingresos en lo que resta del
año sin comprometer gravemente la calidad de los
servicios públicos e intensificar la
desaceleración económica. Dada la austeridad
que ha demostrado en materia de gastos en los
últimos años, el gobierno considera que habría
ahora razones valederas para dar cabida a la
caída del ingreso inducida por la situación
coyuntural, permitiendo un correspondiente
aumento de la meta fijada en el programa para el
déficit federal. No obstante, para asegurar que
el financiamiento del déficit no desplace al
sector privado en la obtención de préstamos, y
para poner de relieve su determinación de actuar
con disciplina fiscal, aun en circunstancias
macroeconómicas adversas, es intención del
gobierno tomar medidas para mantener el déficit
federal en $ 5.100 millones (1,5% del PIB). En el
cuadro que se adjunta a esta carta se presentan
las metas modificadas del programa. Para
garantizar el logro de la nueva meta fijada para
el déficit, los gastos del gobierno federal no
correspondientes a intereses (excluidas las
transferencias obligatorias a las provincias) se
han reducido $ 450 millones con respecto a la
meta del programa original. El gobierno ha
mantenido el acceso a los mercados
internacionales de capital y ya ha logrado
obtener financiamiento para cubrir sus
necesidades (incluidas las resultantes de la
nueva meta establecida para el déficit) casi
hasta el tercer trimestre de 1999 inclusive.
4) La existencia de un límite
mínimo a los ingresos que el gobierno federal
transfiere a las provincias protegerá sólo en
parte a estas últimas de la disminución de los
ingresos fiscales. Sin embargo, como resultado de
la restricción del gasto, se espera que aun así
el déficit provincial consolidado se reduzca de
$ 1.875 millones en 1998 (0,6% del PIB) a menos
de $ 1.700 millones (0,5% del PIB) en 1999. Se
está llevando a la práctica el sistema
propuesto para controlar de manera más oportuna
el nivel y la composición del financiamiento
recibido por las provincias y se espera que dicho
sistema esté en funcionamiento en mayo.
5) El gobierno reconoce que, en
estos tiempos de transición política, es
importante transmitir señales claras y
contundentes de la determinación de la Argentina
de llevar adelante y profundizar el proceso de
reformas fundamentales que se han emprendido. A
tal efecto, el gobierno mantiene plenamente su
compromiso con el programa de reforma estructural
descripto en las cartas del 3 de diciembre de
1997 y el 11 de enero de 1999 y está tratando de
lograr el respaldo de todo el espectro político
para asegurar que las reformas estructurales
sigan avanzando de manera significativa. El
gobierno está trabajando con la Cámara baja del
Congreso para acelerar el tratamiento de la ley
de convertibilidad fiscal descripta en el
memorando de política económica adjunto a la
carta de enero, y espera que este proyecto
obtenga la aprobación definitiva del Congreso
antes de agosto de 1999. Esta ley establecerá
límites al crecimiento del gasto y de la deuda
pública y creará un fondo de estabilización
fiscal destinado a suavizar el impacto de las
fluctuaciones cíclicas y de los shocks externos
sobre los ingresos fiscales. Asimismo, se está
finalizando un proyecto detallado para reformar
el régimen de coparticipación de impuestos con
las provincias. Este proyecto, que servirá de
base para las deliberaciones con las autoridades
y legisladores provinciales cuyo comienzo está
previsto para mayo de 1999, tiene por objeto
simplificar los mecanismos de coparticipación
entre el gobierno federal y los gobiernos
provinciales (sistema de distribución primaria),
lograr mayor equidad y eficiencia en la
distribución de ingresos entre las provincias
(sistema de distribución secundaria) y
reemplazar algunos impuestos provinciales
ineficientes por una sobretasa del IVA.
6) Se han logrado o siguen
lográndose avances en la ejecución de otras
reformas previstas en el programa original. Se
han aplicado medidas para fortalecer aún más la
administración tributaria, y se está preparando
una reforma de la legislación tributaria que se
prevé presentar al Congreso antes de noviembre
de 1999. En enero de 1999 se vendió un paquete
importante de acciones (28%) del Banco
Hipotecario Nacional. El otorgamiento de
concesiones sobre las frecuencias de
telecomunicaciones se ha demorado por
impugnaciones judiciales, y actualmente se prevé
que concluirá en el segundo semestre del año.
7) En lo que respecta al sector
financiero, y según se describe en el memorando
de política económica mencionado anteriormente,
el Banco Central sigue adelante con sus esfuerzos
para fortalecer la supervisión bancaria. Se
están estudiando en el Congreso los proyectos de
modificación de la carta orgánica del Banco
Central y de la ley de entidades financieras, que
se esperan sean aprobados antes del final de
noviembre de 1999. Se ha preparado un proyecto de
ley para transformar el Banco de la Nación en
una sociedad anónima de propiedad estatal y
dicho proyecto se presentará al Congreso en
mayo.
Asimismo, el Banco Central, con
la asistencia proporcionada por el FMI, está
trabajando en la tarea de fortalecer, antes del
final de julio de 1999, el control de las
condiciones de acceso de los bancos comerciales a
las líneas de crédito externo.
8) El gobierno ha comenzado a
preparar una nueva e importante reforma del
sistema de seguridad social orientada a prevenir
un deterioro de sus finanzas a mediano plazo. La
reforma propuesta incluirá la aplicación de
criterios más estrictos para otorgar la
prestación básica universal, una especie de
jubilación mínima, transformándola de una
prestación universal en una prestación
condicionada al nivel de recursos del
beneficiario. Antes del final de julio de 1999 se
presentará al Congreso un proyecto de ley de
reforma.
9) En lo que respecta a la
reforma del mercado laboral, según lo previsto
en el programa, el gobierno implementó a
principios de 1999 nuevas reglamentaciones de la
ley de la pequeña y mediana empresa (PyME)
orientadas a flexibilizar el mercado de trabajo
en este ámbito. Asimismo, se han derogado dos
estatutos especiales, que mantienen determinados
privilegios en ciertos sectores, y se los ha
reemplazado por mecanismos basados en
negociaciones entre las partes interesadas; se
espera que la mayor parte de los estatutos que
aún quedan vigentes sean suprimidos en los
próximos meses. Además, es intención del
gobierno someter a consideración del Congreso en
los próximos meses un proyecto sobre un nuevo
sistema capitalizado de indemnizaciones por
despido conforme a los lineamientos presentados
recientemente al Banco Mundial en el programa
formulado en el marco del préstamo especial para
ajuste estructural. La reducción de los
impuestos sobre la mano de obra establecida en la
reforma tributaria aprobada en 1998 está
contribuyendo a atenuar los efectos adversos de
la actual desaceleración económica en el
empleo. Es intención del gobierno mantener el
programa de reducciones de las contribuciones de
seguridad social a cargo del empleador previstas
en la reforma tributaria aprobada al final de
1998, pero reconoce que las actuales limitaciones
presupuestarias no permiten emprender otras
iniciativas para fomentar el empleo que tengan un
costo adicional para el presupuesto.
10) El gobierno de la
República Argentina considera que las medidas
descriptas en esta carta se ajustan a los
lineamientos del programa económico para el
período 1998-2000 respaldado por el FMI en el
marco de un acuerdo ampliado. Estas medidas,
sumadas a los avances logrados hasta el momento
en la aplicación de dicho programa, ofrecen una
base firme para concluir la tercera revisión en
el contexto del mencionado acuerdo. El gobierno
mantendrá estrechos contactos con el FMI y
efectuará consultas sobre la adopción de las
medidas que sean necesarias, de conformidad con
las prácticas del FMI sobre dichas consultas.
Antes del final de noviembre de 1999 se
realizará con el FMI la cuarta revisión del
programa.
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